El Ángel de la Navidad llega el 21 de diciembre, junto con el solsticio de invierno (evento que través de los tiempos, ha sido un día de importancia para la mayoría de las culturas) y se le recibe con un pequeño altar, en el cual se le puede incluir una carta con todos nuestros deseos. Su energía es fuerte, contundente, fría, aunque es profundamente amoroso; sus colores blanco, azul y plateado; a veces se deja ver con un bastón de plata.
La historia bíblica de la Anunciación, en la que el Arcángel Gabriel anuncia a María que será la madre del Hijo de Dios, es el comienzo de una historia que culmina en la Navidad, o el día del nacimiento de Jesús. El arcángel Gabriel, sin embargo, no es el ángel al cual se refiere la tradición moderna del ángel de la Navidad. Se dice que el ángel de la Navidad fue un ángel que acompañó al arcángel Gabriel y se quedó para convertirse en la Estrella de Oriente y guiar a todos hacia el recién nacido Jesús.