La Asamblea General de las Naciones Unidas (Órgano principal de las Naciones Unidas) decide que, a partir del año 2001, el día 20 de junio sea el Día Mundial de los Refugiados, haciéndolo coincidir con el aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951.
Actualmente hay en todo el mundo 79,5 millones de desplazados forzosos, es decir, personas que han sido obligadas a abandonar sus hogares. Han tenido que huir de peligros extremos como bombardeos implacables, operaciones militares, la violencia de pandillas u otras circunstancias que amenazan sus vidas. El nuevo coronavirus es una amenaza presente para los millones de migrantes, solicitantes de asilo y refugiados que hay en el mundo. Para poder contener el contagio del nuevo coronavirus al menos 167 países han cerrado total o parcialmente sus fronteras, 57 de los cuales no hacen ninguna excepción para las personas que buscan asilo, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Además se profundizan situaciones preexistentes, muchos desplazados viven inseguros, con riesgo de ser estigmatizados como “portadores de enfermedad” en un trasfondo de creciente de xenofobia y en el que dependen totalmente de la ayuda humanitaria. Varados muchas veces en campos formales e informales, centros de recepción o centros de detención, no cuentan con necesidades básicas como el acceso al agua potable o la atención médica.
El nuevo coronavirus torna más vulnerables a aquellos forzados a huir, ya que no pueden cumplir con las medidas preventivas básicas recomendadas, como lavarse las manos o ejercer el distanciamiento social.
Hay varios tipos de personas desplazadas a la fuerza. Pero todos tienen algo en común:
- Refugiados: Un refugiado (según define al artículo 1A de la Convención de 28 de julio de 1951 relativa al estatuto de los refugiados de las Naciones Unidas) es una persona que se encuentra fuera del país de donde es originario, o bien donde reside habitualmente, debido a un temor fundamentado de persecución por razones de etnia, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opiniones políticas, y que no puede o no quiere reclamar la protección de su país para poder volver.
- Solicitantes de Asilo: Solicitante de asilo es quien solicita el reconocimiento de la condición de refugiado y cuya solicitud todavía no ha sido evaluada en forma definitiva. En promedio, alrededor de 1 millón de personas solicitan asilo de forma individual cada año.
- Desplazados Internos: Las personas desplazadas internas no han cruzado las fronteras de sus países para buscar la seguridad. A diferencia de los refugiados, su huida se da dentro de su propio país. Si bien pueden haber huido por razones similares a las de los refugiados, los desplazados internos permanecen bajo la protección de su gobierno, aun en los casos en que el mismo gobierno se convierte en una de las causas de su huida. Como resultado, son de las personas más vulnerables del mundo.
- Apátridas: Las personas apátridas no tienen una nacionalidad y pueden tener dificultades para acceder a derechos humanos básicos. Millones de personas alrededor del mundo se encuentran atrapadas en un limbo jurídico y no son consideradas como nacionales por ningún país afectando el disfrute de sus derechos básicos.
- Retornados: Los retornados, o repatriados, son los que consiguen volver a casa, la mejor solución duradera. El regreso a casa concluye un tiempo a menudo traumático en el exilio. Puede pasar meses, años o incluso décadas después de que tuvieran que huir, y en ocasiones no llega a suceder del todo.
Este año celebramos el Día Mundial del Refugiado en medio de un dramático cambio social. Una pandemia ha puesto a prueba nuestra fortaleza y ha puesto de relieve desigualdades sistemáticas. Pero también nos ha descubierto nuevas formas para conectar entre nosotros y ha renovado nuestra motivación para actuar en favor de la igualdad.
Desde “Con Amor a la Vida”, rendimos homenaje a las personas refugiadas que están en primera línea de la lucha contra esta pandemia, a las comunidades que las acogen y a los trabajadores humanitarios que las apoyan. Hemos visto cómo héroes del día a día, de toda condición, daban un paso al frente para unirse a la primera línea de la respuesta.
No importa quién seas o de dónde vengas, haya o no pandemia, todo el mundo puede marcar la diferencia. Toda acción cuenta.