Desde 1995, se celebra el 17 de junio de cada año El Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía cuyo decreto fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y busca combatir la pérdida de biodiversidad, el cambio de usos de la tierra, el calentamiento global y la falta de agua. También pretende promover el uso sostenible de los ecosistemas, detener e invertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de diversidad biológica.
Con el objetivo de visibilizar esta problemática, ha recogido algunos datos sobre la desertificación como, por ejemplo:
- que los bosques albergan más del 80% de las especies de animales, plantas e insectos; o que alrededor de 1.600 millones de personas, de ellas, 70 millones de indígenas, dependen de los bosques para subsistir;
- detalla que en cinco años, entre 2010 y 2015, se perdieron 3,3 millones de hectáreas forestales. Uno de los segmentos más afectados por la pérdida de bosques son las mujeres rurales que dependen de sus recursos;
- recoge que más del 70% de la superficie terrestre ha sido transformada, un porcentaje que podría alcanzar el 90% para 2050, según la Convención contra la Desertificación de Naciones Unidas (UNCCD);
- 2.600 millones de personas dependen de la agricultura, sin embargo, el 52% de la tierra utilizada para la agricultura se ve afectada por la degradación del suelo;
- más del 80% de la dieta de la población humana depende de las plantas. De hecho, tres cultivos básicos -arroz, maíz y trigo- proporcionan el 60% de la ingesta energética;
- la pérdida de tierras cultivables alcanza aproximadamente los 12 millones de hectáreas al año (unas 23 hectáreas cada minuto); la degradación de la tierra afecta directamente al 74% de personas pobres en el mundo y que apenas se ha estudiado un 1% de las más de 80.000 especies arbóreas que existen.
¿Qué es la desertificación y la sequía?
La desertificación es el resultado de una permanente degradación de los suelos, que van perdiendo de forma progresiva todo su potencial de producción.
Esto es el resultado, de una constante desforestación de los bosques, la salinización, la falta de agua y una sobreexplotación de los acuíferos, que por lo general es producida por las distintas actividades económicas que lleva a cabo el hombre en distintas partes del mundo.
Por otro lado, la sequía, representa un cambio o anomalía del clima, que por lo general ocurre de forma pasajera y donde los niveles del agua están muy por debajo de lo que corresponde en una determinada área geográfica, lo cual trae serios problemas para todas las especies que crecen y se desarrollan en estos lugares. La principal causa es la ausencia de precipitaciones.
La degradación de los suelos en distintas regiones del mundo se produce como consecuencia de las continuas actividades humanas que cada día se llevan a cabo para diferentes fines y que lamentablemente han dañado grandes áreas, lo cual ha provocado erosión, salinización, agotamiento de los acuíferos, y pérdida de nutrientes de los suelos.
En la actualidad, esto representa un grave problema para la economía y el desarrollo de los pueblos, sobre todo, en los países donde la siembra y la producción agrícola representan unas de las principales fuentes de ingresos que permiten que las personas de bajos recursos puedan llevar el sustento a sus hogares.
Por esta razón, hoy más que nunca se necesita que se adopten políticas de estado que ayuden neutralizar la degradación de los suelos y donde todos los organismos involucrados asuman el compromiso para el logro de este objetivo, que a la larga, es la única garantía para poder disfrutar de todos los recursos que la madre naturaleza nos brinda.
Si bien, esto se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para todos los gobiernos en distintos países alrededor del planeta, con el paso de los años, los suelos han venido sufriendo un deterioro importante, que de no tomarse los correctivos a tiempo, pueden significar una seria amenaza para el futuro de la humanidad.
Para celebrar el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía todos podemos aportar nuestro granito de arena. Lo importante es hacer un toque de atención para que hagamos los cambios necesarios que minimicen el impacto que hasta ahora ha dañado los recursos naturales de la Tierra.